Tiempos Difíciles – Charles Dickens

  • Editorial Alianza17725574
  • Publicado en 1854 / Edición de 2013
  • Género: ficción / crítica social / clásico
  • Autoconclusivo
  • 464 páginas

En Coketown, trasunto de cualquier ciudad industrial de la Inglaterra victoriana, el rígido y práctico director de escuela Thomas Gradgrind y su socio, el presuntuoso y mezquino empresario Josiah Bounderby, imponen su ley y su estrecha y árida visión de la vida a alumnos y obreros, cada uno en su ámbito. A través de la entretenida trama de Tiempos difíciles, que entremezcla las vidas y peripecias, ilusiones y desdichas de estos y otros personajes, como los hijos de Gradgrind, Tom y Louisa, y su compañera Sissy Jupe, o el obrero Stephen Blackpool, Dickens expresa que no hay acción sin consecuencia, pero que la esperanza siempre es posible.

Tiempos Difíciles Esta ha sido mi primera lectura con el Club Pickwick y la primera del autor que consigo terminar, pero esto es responsabilidad totalmente mía porque intenté hace muchos años leer La Pequeña Dorrit y no lo conseguí. Los libros tienen su momento y no era el suyo; sin embargo, y a pesar de algunos  «peros» este sí ha sido el de esta otra obra.

Es cierto que el primer tercio se hace muy pesado y es más difícil conectar con lo que el autor pretendía hacernos ver, pero es una parte que al terminar se hace totalmente necesaria ya que es donde se nos muestra en toda su magnitud las creencias basadas en que lo único importante es lo real, lo que se puede tocar, en las que se basa la crítica fundamental que se hace en la novela y de la que partirá todo el desarrollo posterior de los personajes.

Estos personajes son, sin duda, el gran valor del libro. Quizá no se llega a conocerlos en profundidad porque se centra casi exclusivamente en la parte de su personalidad que está a favor o en conflicto con la creencia antes mencionada, pero en esta historia a mí me resulta suficiente. Hasta los que pueden causar más rechazo se disfrutan por lo surrealista de sus pensamientos (y a la vez real en una época en la que lo material se empieza a imponer a lo emocional) llegando en algunas ocasiones a lo cómico satírico, como ocurre con Bounderby y la señora Sparsit que vive con él y le «asiste» de diferentes maneras a lo largo de la historia, eternos infelices que necesitan expandir su insatisfacción a los que les rodean.

A estos les acompañan el señor Gradgrind, un hombre que cría a sus hijos en esta pedagogía de que lo importante es lo que te beneficia el bolsillo, no el alma, y que es el personaje que presenta mayor evolución a lo largo del libro. Esto ocurre gracias al impulso que le da su hija, Louise, sometida a esta educación hasta que un día no aguanta más. Al contrario que ocurre con su hermano, Thomas, acomodado en ella, mimado por todos, aprovechado y sinverguenza.

Hay otros personajes secundarios cuya importancia radica sobre todo en que nos ayudan a ver en todo su esplendor a los principales, como el desgraciado y maltratado Stephen Blackpool o la frívola señora Gradgrind. La única decepción se la otorgo a Ceci Jupe, que aparece al comenzar el libro cuando su padre la abandona en el circo y es adoptada por los señores Gradgind y se convierte en la representación de la virginalidad, la inocencia y la incultura, convirtiéndose en la muestra de que la felicidad no se alcanza como los demás creen. Pero más allá de eso, la que pensaba que iba a ser una de las protagonistas me ha dejado fría.

También nos encontramos la crítica a la creencia de algunos afortunados de cuna de que absolutamente todo en la vida debe girar en torno suyo, justificando hasta los comportamientos más atroces por el simple hecho de ser señores, como casar a una chica con alguien que aborrece porque puede a través de ella beneficiarse social y económicamente, y la falta de empatia de estos mismos con las personas pobres y trabajadoras, horrorizándose cuando reivindican unos derechos mínimos.

Es una novela que si consigues pasar esa primera parte demasiado lenta y te gusta el estilo del autor se disfruta, ya que va cogiendo ritmo poco hasta que al final acabas con la sensación de haber leído un muy buen libro. A pesar de que no lo recomiendan como primera lectura del autor en mi caso sí ha sido así y me alegro porque ahora estoy preparada para seguir disfrutando otras.

Mi valoración:

 

 

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