- Editorial Chiado
- Publicado en abril, 2017
- Género: infantil
- Autoconclusivo
- 236 páginas
Maitane es una niña muy imaginaria que de mayor quiere ser escritora. La noche anterior a su décimo cumpleaños sueña con una tierra maravillosa y desde entonces solo deseará ir allí. Con el tiempo traza un plan para escaparse de su casa a fin de encontrar ese mágico lugar, pero este viaje no será como ella piensa. En su búsqueda recorrerá el interior de su alma y de su mente. Sus ilusiones infantiles, su sensibilidad y sus esperanzas se expondrán al mundo real, un mundo al que todos estamos destinados a pertenecer. Empezará a entender lo que son los prejuicios, la paciencia, las apariencias, la perseverancia y hasta la maldad. Se enfrentará a sus propios miedos y a todas las dificultades que implica la vida. Irá cambiando gradualmente a medida que avanza su aventura. Ante todo, ella se ha decidido a ser valiente. Aunque en el camino encontrará monstruos y extrañas criaturas que le mostrarán lo ue son los obstáculos y los problemas, igualmente conocerá el lado bueno de las cosas junto a los duendes y hadas. Poco a poco irá comprendiendo que la existencia es eso precisamente, una mezcla de lo bonito y de lo no tan agradable. Al final, descubrirá que es posible conseguir todo aquello que se proponga y que los seres de carne y hueso también pueden sentir la felicidad que tantas veces halló en los cuentos.
Poco más hay que añadir a la ya muy extensa sinopsis que acompaña al libro y que parece más un resumen de este que otra cosa, aunque la historia y lo que pretende transmitir no deja de ser bonito por ello, sin embargo hay algunas cosas que no me han acabado de encajar y que no he entendido, por eso mi baja valoración.
En primer lugar, Maitane es una niña de 12 años que cree en un mundo mágico escondido en algún lugar de la Tierra al que puede llegar sabe dios cómo, pero no a través de los sueños…creer en esto para una niña de su edad, ya incluso en mi época (que hace casi 20 años que tuve esa edad) es demasiado infantil. Ojalá creyésemos en tierras extraordinarias mucho más tiempo de lo que lo hacemos, pero no es así. A esta creencia se le une, de forma coherente, un desarrollo igualmente infantil.
Recorremos junto con nuestra protagonista un mundo de fantasía en el que se enfrenta a pruebas que le harán descubrir y aprender valores necesarios para la vida y para conseguir su sueño de ser escritora, pero estas son más propias de un capítulo de La Casa de Mickey Mouse que de una novela. Y esto no tendría nada de malo si la historia hubiese sido planteada como un cuento infantil pero, teniendo en cuenta su extensión, no ha sido así. De hecho, el estilo de la autora, a pesar de que esta novela no me ha conquistado, sí me ha gustado bastante y creo que en otro tipo de libro lo hubiese disfrutado más.
Pero lo que más ha perjudicado a mi valoración y que no es responsabilidad exclusiva del libro, es que soy consciente de que hay un mensaje entre sus páginas que debería haberme ido empapando, pero no ha ocurrido. Sé que su importancia radica en la importancia de luchar por lo sueños y por lo que anhelamos ser en la vida, pero porque es tan evidente desde la superficie que me ha faltado ir sintiéndolo de verdad a medida que iba leyendo. De todas formas, y como he dicho antes, eso no le quita importancia y yo, como persona que nunca ha dejado de intentar conseguir profesionalmente lo que me propuse hace ya más de 10 años por muy tortuoso y lento que sea el camino, os animo a seguir el consejo de este libro, que al final es uno de los más importantes que se pueden dar.
Mi valoración: